La crisis en el Hospital SAMIC de El Calafate se agrava día a día. A los históricos reclamos del servicio de Pediatría se sumó recientemente un preocupante hallazgo: marihuana en una sala de internación, donde permanecen pacientes de salud mental con consumo problemático. Todo en un contexto de recorte de personal y falta de respuestas institucionales.
Droga en internación: un hecho que expone el abandono
Este lunes, personal del hospital detectó una sustancia vegetal sospechosa en una habitación de internación. La policía confirmó que se trataba de marihuana. El área en cuestión aloja a pacientes psiquiátricos, algunos en tratamiento por consumo de sustancias. El caso ya está bajo investigación judicial, pero deja al descubierto una situación crítica: hace más de dos meses que las cuidadoras de estos pacientes no están trabajando.
Estas trabajadoras —vitales para el cuidado y seguimiento de personas con padecimientos mentales— fueron apartadas por decisión de la presidenta del Consejo de Administración, Yamila Gentile. La razón: un conflicto laboral aún sin resolución con la provincia. Desde entonces, solo dos cuidadoras de planta cubren turnos limitados de lunes a viernes, sin presencia los fines de semana.
Pediatría en emergencia: promesas vacías y guardias sin cubrir
En paralelo, el equipo de Pediatría del SAMIC volvió a emitir un comunicado en el que expresa su “tristeza y cansancio” ante la falta de soluciones. Denuncian que lo prometido por la dirección y el Consejo de Administración no se cumplió, lo que deterioró aún más la atención médica y provocó una sobrecarga insostenible en el personal.
“No tenemos profesionales suficientes para cubrir guardias activas”, señalan. Esta situación, advertida desde mayo, se suma a la carencia de una terapia intensiva pediátrica en la ciudad, lo que obliga a trasladar a niños y niñas más de 300 kilómetros en condiciones climáticas muchas veces extremas.
Desde el inicio del conflicto, los pediatras vienen denunciando el desgaste del sistema: falta de recursos, sobrecarga laboral y una creciente sensación de abandono. A pesar del respaldo del Concejo Deliberante y de medidas de fuerza, la situación no mejora.
Un hospital en crisis
El SAMIC de El Calafate atraviesa una crisis profunda, marcada por el deterioro de sus condiciones laborales, falta de personal, y ahora también, por fallas en la seguridad y contención de pacientes. Lo que ocurre en el hospital no es solo un problema interno: afecta de manera directa a toda la comunidad.
Mientras los profesionales siguen sosteniendo el sistema con esfuerzo personal, la falta de respuestas concretas por parte de la administración provincial y nacional deja al hospital más vulnerable que nunca. ¿Hasta cuándo podrán sostenerlo sin apoyo real?
