En medio de informes que nos muestran cifras preocupantes sobre el nivel educativo en Argentina, hoy tenemos una buena noticia que vale la pena destacar: dos escuelas argentinas quedaron entre las 50 mejores del mundo, según los World’s Best School Prizes 2025, un premio internacional que reconoce a las instituciones que marcan la diferencia.
Sí, leíste bien. Aunque a veces pareciera que todo va para atrás, hay lugares donde el compromiso, la creatividad y la vocación todavía hacen una diferencia real. Y no hablamos de escuelas de elite, sino de espacios que crecen en contextos de mucha adversidad, donde enseñar y aprender es, en sí mismo, un acto de resistencia.
Madre Teresa, una escuela gratuita que transforma realidades
Una de las seleccionadas es el Colegio Madre Teresa, de San Fernando, en el conurbano bonaerense. Es una escuela privada, pero gratuita, que fue reconocida entre los 10 finalistas en la categoría “superación de la adversidad”. Con 1500 estudiantes y un entorno marcado por la exclusión social, logró construir una comunidad educativa donde nadie queda afuera.
La propuesta incluye talleres de alfabetización para madres y padres, planes de intervención personalizados y un modelo educativo donde el bienestar emocional también importa. La deserción escolar es prácticamente nula, el 94% de las familias participa activamente y más del 80% de quienes egresan siguen estudiando o consiguen trabajo.

Gobernador Piedrabuena, educación rural con impacto real
La otra escuela que nos llena de orgullo es la Escuela Media Gobernador Piedrabuena, ubicada en una zona rural de Tucumán, cerca del límite con Santiago del Estero. Fue nominada en la categoría “colaboración con la comunidad”.
Allí, los estudiantes —muchos de los cuales son los únicos alfabetizados de sus familias— trabajan en proyectos reales que involucran a toda la comunidad. La escuela tiene su propia radio, un museo autogestionado y una tasa de finalización escolar del 98%. En un lugar donde las distancias y la falta de recursos son un obstáculo diario, esta escuela se las arregla para generar oportunidades concretas.

¿Quién dijo que no se puede?
Estas historias no tapan los problemas del sistema educativo. Pero demuestran que, aún en condiciones adversas, hay equipos que se las ingenian para acompañar, innovar y sostener proyectos educativos con impacto.
Mientras se discute cómo mejorar la calidad de la educación, estas dos escuelas ya lo están haciendo, desde abajo, con creatividad, compromiso y una mirada puesta en el futuro. Y sí, son argentinas.
🔗 Si querés apoyar o votar por ellas en la categoría “Community Choice Award”, podés hacerlo en: https://vote.worldsbestschool.org