Con el inicio de un nuevo año, la cuestión de la autonomía municipal sigue pendiente en Santa Cruz, donde aún ninguna ciudad ha adoptado la herramienta de la Carta Orgánica. Esta herramienta, que otorga a los municipios una mayor capacidad de autogobernanza, sigue siendo una asignatura pendiente en la provincia, que, desde 1957, tiene habilitada la posibilidad constitucional de implementarla.
Las Cartas Orgánicas permiten que las ciudades definan sus propios sistemas electorales, la recaudación de tasas, la distribución presupuestaria, entre otras competencias específicas. Es un mecanismo que garantiza la autonomía de las comunidades locales, permitiéndoles tomar decisiones en función de sus particularidades, sin necesidad de depender completamente de la normativa provincial. Sin embargo, Santa Cruz, siendo la única jurisdicción patagónica que aún no ha adoptado este tipo de normativas locales, sigue manteniendo un enfoque centralista que afecta la autonomía de sus ciudades.
En su análisis, el escritor Alejandro Rojo Vivot, citando la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, resalta la importancia de que todos los ciudadanos puedan participar en la elaboración de las leyes que los rigen, ya sea de manera directa o a través de sus representantes. Esta participación no se limita a los derechos individuales, sino que también incluye los derechos políticos de los ciudadanos, que deben ser plenamente garantizados en las ciudades de Santa Cruz. Según Vivot, a pesar de la habilitación constitucional de 1957, sigue existiendo un «estruendoso silencio» por parte de los medios, cámaras económicas, sindicatos y otras organizaciones sociales que podrían impulsar el cambio.
La pregunta que surge es: ¿Por qué Santa Cruz sigue siendo una excepción en la región patagónica? ¿Será 2025 el año en que las ciudades de la provincia comiencen a dar el paso hacia la autonomía plena, a través de la creación de sus propias Cartas Orgánicas?
Con el cambio de año, la esperanza es que este tema deje de ser una cuestión pendiente y se convierta en un debate activo, acompañado de acciones de capacitación ciudadana y de una mayor conciencia sobre la importancia de la autonomía local. Las Cartas Orgánicas no solo permitirían a las ciudades de Santa Cruz tomar decisiones que responden más directamente a sus necesidades, sino que también podrían contribuir a una distribución más eficiente de los recursos y una mejor gestión de sus competencias.
Este 2025 podría ser el momento oportuno para comenzar a trabajar en la implementación de este importante paso hacia la autonomía municipal, una deuda histórica que aún persiste en la provincia. Sin embargo, será necesario que todos los actores sociales y políticos se involucren en el proceso, desde los ciudadanos hasta los medios de comunicación, pasando por las organizaciones profesionales y sindicales, para que Santa Cruz deje de ser la única provincia de la región sin Cartas Orgánicas.
Fuente: Ahora Calafate