La comunidad transgénero en Perú está en estado de alerta. El Ministerio de Salud emitió el 10 de mayo un decreto que cataloga la identidad trans como un trastorno mental, lo que, según ellos, facilitaría el acceso a la cobertura de salud.
El decreto supremo N° 009-2024-SA, firmado por la presidenta Dina Boluarte, implica una actualización del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), que detalla los servicios cubiertos para todos los asegurados y es aplicable en los centros de salud tanto públicos como privados en el país.
No obstante, el Ministerio de Salud ha incluido nuevos diagnósticos en la categoría de trastornos mentales y del comportamiento, tomando como base la décima versión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE-10), aunque esta versión quedó obsoleta en 2022 con la entrada en vigencia de la CIE-11.
De esta manera, términos como «transexualismo», «transvestismo de rol dual», «trastorno de la identidad de género en la niñez», entre otros, ahora figuran en el capítulo de problemas de salud mental en la cobertura de aseguramiento del país andino, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la transexualidad de su lista de enfermedades hace dos años.
Según Leyla Huerta, presidenta de la organización de mujeres trans, Féminas Perú, esta medida del MINSA refleja una política destinada a marginar a las personas trans. Considera que la intención es etiquetarlas como enfermas para negarles derechos básicos en el país, como el cambio de nombre, el acceso al trabajo y el reconocimiento de su identidad. Esta acción, afirma Huerta, fomenta la violencia hacia las personas trans al contribuir a una narrativa que las despoja de sus derechos como ciudadanos.