La activista y artista trans Cecilia Gentili, originaria de Santa Fe y residente de Nueva York, ha dejado una huella imborrable con su libro póstumo Faltas. Cartas a todas las personas de mi pueblo que me violaron (Editorial Caja Negra). Gentili, fallecida inesperadamente hace seis meses a los 52 años, fue una voz poderosa en la lucha por los derechos de las personas trans y travestis, y su impacto en la despenalización del trabajo sexual en Nueva York es incuestionable.
Nacida en 1972 en Gálvez, un pequeño pueblo de Santa Fe, Gentili enfrentó una infancia marcada por el trauma y la incomprensión. Sin embargo, esos mismos desafíos se convirtieron en la chispa que la impulsó a alzar su voz en defensa de las comunidades marginadas. Tras emigrar a los Estados Unidos, encontró en Nueva York un lugar para construir una vida comprometida y vigorosa.
Faltas recoge las memorias de Cecilia, revelando los secretos dolorosos de su niñez y juventud. A través de una serie de cartas, dirigidas a quienes marcaron su vida en Gálvez, Gentili transforma su dolor en una narrativa que confronta y redime. La portada del libro, que muestra su rostro rodeado de rosas rojas y espinas, encapsula la dualidad de su existencia: la belleza y el sufrimiento entrelazados.
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, sus seres queridos expresaron su dolor por la pérdida de Gentili: «Nuestra querida Cecilia murió esta mañana y su espíritu seguirá velando por nosotros. Sean amables unos con otros y ámense con ferocidad». La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, también rindió homenaje a Gentili en su cuenta de Twitter, destacando su influencia en el movimiento de derechos trans.
La ceremonia de despedida de Gentili se llevó a cabo el 6 de febrero en la Catedral de San Patricio en Manhattan, un acto que, aunque fue criticado por algunos sectores conservadores, reunió a más de mil personas. Estos asistentes, muchos de ellos activistas y miembros de la comunidad LGBTQ+, despidieron a Cecilia con amor y respeto, reconociendo su papel como madre, mentora y amiga.
Cecilia se destacó no solo por su activismo, sino también por su talento artístico. Participó en la serie «Pose» y en el stand-up «Red Ink». Además, fundó Transgender Equity Consulting y APICHA, una ONG que brinda apoyo a personas con VIH/SIDA. En Nueva York, cofundó DecrimNY, una organización que logró la despenalización del trabajo sexual y la derogación de leyes discriminatorias.
Faltas es una obra potente que examina el poder de la gramática para sanar y construir comunidades. Traducido por Alejo Ponce de León, el libro cuenta con un epílogo de la escritora australiana McKenzie Wark, quien reflexiona sobre el impacto de la narrativa de Cecilia.
El libro es un testimonio conmovedor e hilarante de una vida vivida al margen, con capítulos dedicados a figuras claves en su vida, desde su abuela hasta su madre, pasando por amigos y enemigos. Gentili utiliza estas cartas para acusar, redimir, burlarse y enseñar, reflejando su lucha por encontrar un lugar en el mundo que coincidiera con su identidad.
Cecilia Gentili, quien se describía a sí misma como una «marginal», dejó un legado que narra la lucha constante de las disidencias y la belleza que surge de la resistencia. Su vida y obra continúan inspirando a aquellos que buscan justicia y amor en un mundo a menudo hostil hacia las diferencias.