En un evento en Nueva York, Amazon lanzó la versión más avanzada de Alexa, potenciando su asistente virtual con inteligencia artificial. La actualización representa la mayor renovación desde su debut hace más de una década y marca un intento de revitalizar la franquicia de dispositivos de consumo de la compañía.
Una Alexa más inteligente y conversacional
Durante la presentación, Panos Panay, jefe de la unidad de Dispositivos y Servicios de Amazon, destacó que el sistema fue completamente rediseñado para superar las limitaciones tecnológicas anteriores. “Hasta ahora, estábamos limitados por la tecnología. Hoy eso cambia”, afirmó.
Un video de demostración mostró a Alexa realizando tareas como reservar entradas para conciertos y restaurantes, enviar mensajes de texto a una niñera y mantener conversaciones fluidas. Este avance representa un salto respecto a las interacciones anteriores, que se limitaban a comandos simples y respuestas predefinidas.
El auge y la crisis de Alexa
En su momento, los altavoces Echo con Alexa fueron un éxito rotundo, impulsando a Amazon a expandir su ecosistema con múltiples dispositivos y funcionalidades. Sin embargo, la monetización del asistente virtual resultó más difícil de lo esperado: las compras por voz no despegaron y otras fuentes de ingresos no lograron consolidarse.
El panorama se tornó aún más desafiante cuando OpenAI lanzó ChatGPT en 2022, dejando a Alexa rezagada frente a modelos de IA más avanzados. A medida que la empresa enfrentaba dificultades, se frenaron contrataciones y se despidieron miles de empleados en la división.
Retrasos en el lanzamiento y desafíos técnicos
Amazon había anunciado una versión de Alexa con IA en septiembre de 2023 y planeaba lanzar una prueba a principios de 2024. Sin embargo, el desarrollo del software presentó obstáculos: los primeros testers encontraron que la nueva Alexa no estaba a la altura de ChatGPT y, en algunos casos, hablaba sin parar.
El problema principal radicaba en que el asistente original fue diseñado para responder con información preescrita desde una base de datos, en lugar de generar respuestas en tiempo real, como lo hacen los modelos actuales de IA generativa. En pruebas internas, algunos dispositivos con la actualización simplemente dejaron de funcionar.
Ante estos desafíos, Amazon decidió retrasar el lanzamiento para asegurarse de que la nueva Alexa estuviera a la altura de las expectativas. “Solo tenemos una oportunidad para devolverle el brillo a Alexa en la era de la IA”, señalaron fuentes internas.
Con esta actualización, Amazon apuesta a que su asistente virtual vuelva a ser un protagonista en el ecosistema de la inteligencia artificial, ofreciendo una experiencia más natural e intuitiva para los usuarios.
