El futuro de Aerolíneas Argentinas continúa envuelto en la nebulosa de la incertidumbre y la inestabilidad, mientras el debate sobre su privatización se intensifica en el ámbito político. La línea aérea, aún estatal, se enfrenta a una posible parálisis operativa, a menos que se designe urgentemente un nuevo gerente de Operaciones, un puesto que, según la Secretaría de Transporte, debería ser ocupado por pilotos vinculados a la compañía. Este contexto se complica aún más por la creciente tensión entre el sindicato de pilotos (APLA) y el Gobierno, donde su líder, Pablo Biró, ha sido objeto de denuncias por presuntas amenazas y extorsión.
En medio de este vaivén político, Aerolíneas Argentinas ha decidido suspender varias rutas como parte de un ajuste económico dictado por el Gobierno, con el objetivo de reducir el déficit. A partir de finales de septiembre, se interrumpirán las rutas que conectan Mar del Plata con Bahía Blanca, Trelew con Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca con Trelew. Además, se cancela el servicio entre Mendoza y el aeropuerto de Guarulhos en São Paulo, Brasil, y a partir de octubre se suspenderá la conexión entre Trelew y Córdoba.
Más cambios están en camino; se prevé que la empresa no reanude sus vuelos entre Rosario y El Calafate y que, antes de fin de año, interrumpa la ruta Rosario-Neuquén desde el 29 de diciembre. Cabe destacar que la reanudación de esta conexión podría programarse para el 1° de abril de 2025, dependiendo de las condiciones del mercado. También se suspenderá el servicio entre Salta y Neuquén a partir del 30 de diciembre, con una fecha tentativa de regreso programada para el 4 de abril del próximo año.
A pesar de estas suspensiones, y ante la proximidad de la temporada de vacaciones, se prevé una eventual mejora en los servicios hacia destinos populares como Bariloche, El Calafate y Ushuaia, así como a puntos internacionales como Punta Cana, Río de Janeiro y Salvador de Bahía.
Al mismo tiempo, la incertidumbre crece respecto al funcionamiento de Aerolíneas Argentinas a partir del 17 de octubre, cuando la renuncia de Gustavo García Lemos como gerente de Operaciones deje a la compañía al borde de una parálisis total. Fuentes oficiales han reconocido que, sin un líder en esa posición, «la empresa no puede volar». La designación de un nuevo gerente es crucial y debe concretarse en el próximo mes, aunque el proceso es complicado debido a que este cargo es tradicionalmente asignado a pilotos.
«El Gobierno se encuentra en una encrucijada, ya que los pilotos están alineados con Biró. Para designar un nuevo gerente, primero necesitarían llegar a un acuerdo con el sindicato, algo que, al parecer, no está en sus planes», señaló un experto en el sector aerocomercial a iProfesional.
Una opción que se contempla, sujeta a la aprobación de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), es nombrar a un piloto retirado. Sin embargo, esto probablemente agravaría aún más el enfrentamiento con el gremio. La posibilidad de una paralización de los vuelos plantea una interrogante: ¿a quién beneficiaría un escenario así? La situación de Aerolíneas Argentinas, al borde del colapso, continúa siendo objeto de atención y preocupación tanto en la industria como entre los pasajeros.