El actual interventor Diego Chaher informó vía mail a los empleados que quedan “dispensados” por una semana de ir a trabajar y desde el gobierno dieron de baja la página web.
Aunque algunos afirman que no pueden cerrarla sin permiso del Congreso la agencia amaneció vallada y no se permitió el ingreso de ninguno de sus empleados.
Se trata de aproximadamente 700 empleados de todo el país.
También se dio de baja el servicio de cables y fotos que proveen a cientos de medios de todo el país y el archivo fotográfico.
Al ingresar a la pagina actualmente se puede ver una imagen que indica “Página en reconstrucción».
El presidente Milei también insinuó el inminente cierre de la TV Pública y la utilización de una placa negra a modo simbólico respecto a la desaparición del histórico canal nacional.
El domingo por la noche los empleados que estaban trabajando en la agencia comenzaron a avizorar movimientos raros cuando se desplegó un fuerte operativo policial y el armado de un vallado en las dos sedes de Télam en el centro porteño.
En principio creyeron que se trataba de un operativo ante la convocatoria de un «abrazo simbólico» para el mediodía del lunes, por lo que un grupo de delegados y dirigentes sindicales decidió acercarse al lugar y permanecer dentro de las oficinas.
El cierre y privatización de los medios públicos fue una reiterada promesa de campaña del presidente Milei.
El problema que planteaba esa decisión era la falta de presupuesto para pagar las millonarias sumas que representan las indemnizaciones de los trabajadores de los medios públicos. En el mercado estiman que bajar de los más de 3500 empleados que tienen Télam, Canal 7 y Radio Nacional a unos 700, costaría unos 80 millones de dólares.
Todo indicaría que se trata del primer avance concreto sobre los medios públicos, un tema controversial que pone en jaque el
futuro de cientos de puestos de trabajo.