La reciente decisión del Gobierno Nacional de reducir y eliminar aranceles a la importación de productos electrónicos ha generado una profunda preocupación en Tierra del Fuego. Trabajadores, sindicatos y autoridades locales advierten que esta medida pone en riesgo miles de empleos y podría conducir al despoblamiento de la provincia.
Testimonios desde la industria
Marcela López, empleada de Mirgor con 20 años de antigüedad, expresó su temor ante la posibilidad de perder su trabajo debido a la apertura de importaciones. Destacó que la industria fueguina no se limita al ensamblaje, sino que implica procesos complejos con componentes electrónicos sofisticados. López afirmó: «Necesitan despoblar Tierra del Fuego, no queda otra».

Medidas gubernamentales y su impacto
El Decreto Nº 333/2025 oficializó la reducción de aranceles para productos electrónicos importados, como celulares, televisores y aires acondicionados. Por ejemplo, los aranceles para celulares se redujeron del 16% al 8%, con la eliminación total prevista para enero de 2026. Estas medidas han provocado la paralización de fábricas en la provincia y un paro por tiempo indeterminado por parte de los sindicatos locales.
Reacciones y movilizaciones
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y otros gremios organizaron marchas en Ushuaia y Río Grande en defensa de la industria local. Abel Furlán, secretario general de la UOM, criticó la apertura de importaciones y la comparó con políticas anteriores que perjudicaron la industria nacional. Señaló que «la desindustrialización que propone Milei es para despoblar la Patagonia y permitir que extranjeros ocupen y exploten estas tierras».
Contexto del régimen industrial fueguino
El Régimen de Promoción Industrial de Tierra del Fuego, establecido en 1972, otorgó beneficios fiscales y aduaneros para fomentar el desarrollo económico y poblacional de la región. Este régimen ha sido fundamental para la instalación de empresas como Mirgor y Newsan, que generan una parte significativa del empleo en la provincia .
Conclusión
La apertura de importaciones y la reducción de aranceles representan una amenaza significativa para la industria fueguina y la estabilidad socioeconómica de Tierra del Fuego. La preocupación por el posible despoblamiento de la provincia y la pérdida de soberanía sobre recursos estratégicos ha movilizado a diversos sectores en defensa del trabajo y la producción local.

