Taxis, apps y futuro: lo que Río Gallegos puede aprender de Salta

Actualidad Política

El conflicto entre taxistas y plataformas como Uber o Didi no es nuevo, pero en Río Gallegos se volvió ineludible. Esta semana, taxistas, concejales, funcionarios del municipio y del gobierno provincial se reunieron en el Concejo Deliberante para discutir una problemática que ya dejó de ser coyuntural: la aparición de las aplicaciones de transporte en la ciudad.

Desde VISTE creemos que el eje del debate no debe ser apps sí o apps no, sino regulación sí o regulación no. La realidad es que las plataformas de movilidad llegaron para quedarse. No se trata de estar a favor o en contra: se trata de aceptar que la tecnología avanza más rápido que la política y que, si no se regula, lo que hay es una zona gris que perjudica a todos.

¿Qué pasa en Río Gallegos?

El reclamo de los taxistas es comprensible. Pagan licencias, seguros especiales, inspecciones, cumplen normas. Se sienten en desventaja frente a conductores de apps que, al operar sin marco legal, esquivan parte de esa carga. Es un reclamo legítimo. Pero también hay una realidad social: muchas personas eligen las apps porque son más cómodas, más baratas o simplemente más disponibles en horarios donde conseguir un taxi puede ser difícil.

Lo más preocupante de la reunión entre el Ejecutivo provincial, el municipio y los representantes del sector es que terminó siendo un juego de pases: “Esto le compete al municipio”, “nosotros sólo acompañamos”, “no podemos hacer controles si no hay una orden”. Mientras tanto, la calle sigue siendo un espacio sin reglas claras.

Salta: un modelo posible

Mientras en nuestra ciudad el debate se diluye en tecnicismos, en Salta el intendente Emiliano Durand tomó una decisión política: avanzar hacia la legalización y regulación de Uber, Didi y otras plataformas. La medida se debatirá en el Concejo Deliberante, pero el objetivo es claro: dejar de mirar para otro lado y generar reglas de juego claras para todos.

Legalizar no es liberar. Es establecer estándares, exigir seguros, habilitaciones, controles, definir tarifas mínimas, y sobre todo, garantizar derechos y responsabilidades tanto para conductores como para pasajeros. Regular es también proteger a quienes ya están en el sistema, como los taxistas, incorporándolos a una nueva lógica sin dejarlos atrás.

Río Gallegos necesita decisión política

En vez de discutir si Uber está “bien” o “mal”, deberíamos estar discutiendo cómo queremos que funcione el transporte en nuestra ciudad en los próximos 10 años. Río Gallegos necesita una solución moderna, legal y equitativa. Y eso requiere algo que hoy escasea: decisión política.

Desde VISTE creemos que el camino es el diálogo real, la planificación y la regulación inteligente. No alcanza con reuniones para “acompañar” o con declarar que “la seguridad no se negocia”. Lo que no se puede seguir negociando es la pasividad ante una realidad que ya cambió.