«Sin residentes no hay hospital»: continúan las protestas en el Garrahan pese al anuncio de aumento

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Velas encendidas, corazones violetas y un reclamo unificado por condiciones laborales dignas. Así fue la movilización pacífica que protagonizaron este lunes por la noche residentes y profesionales del Hospital Garrahan en pleno Obelisco, bajo el lema “Noche de Velas”. La medida de fuerza continúa pese a un reciente anuncio del Gobierno nacional que prometía una mejora salarial.

El conflicto, que ya lleva varias semanas, se mantiene vigente. Los médicos residentes del Garrahan reclaman una recomposición real de sus salarios, condiciones laborales dignas y mayor transparencia en la comunicación oficial. Aunque el Ministerio de Salud informó el otorgamiento de un bono adicional no remunerativo de $300.000 para sumar a los $200.000 ya percibidos por fuera del recibo de sueldo, los profesionales afirman que esta medida no resuelve el problema de fondo.

Un bono insuficiente y sin garantías

El nuevo bono –que llevaría el ingreso mensual de un residente de primer año a poco más de $1.300.000– fue formalizado recién este lunes por la tarde, tras una serie de reuniones entre autoridades del hospital, el Ministerio y representantes de las residencias. Sin embargo, los residentes consideran que esta suma, al no ser remunerativa ni bonificable, no garantiza estabilidad ni reconoce la jerarquía profesional del trabajo médico.

«Nos ofrecen un bono para levantar el paro, pero no es un aumento en blanco. No hay garantías, no es un sueldo digno», sostuvo Lucía Balzarotti, residente de segundo año, en declaraciones a los medios. «El Garrahan es lo que es por su gente. No vamos a aceptar seguir siendo precarizados».

Asamblea, paro y acompañamiento del personal de planta

A pesar del anuncio oficial, el clima dentro del hospital y entre sus trabajadores sigue siendo tenso. La Asamblea de Residentes ratificó el paro por tiempo indefinido y convocó a una nueva asamblea de ATE para este martes. Desde la Junta Interna del gremio, además, denuncian que el 90% del personal del hospital quedaría fuera de la mejora salarial anunciada, ya que solo alcanza a residentes contratados por Nación.

Incluso las jefaturas de Servicio del Garrahan expresaron su apoyo al reclamo, señalando que el anuncio gubernamental fue “agresivo, incompleto y sin precisiones formales”. En un comunicado, advirtieron: “Seguimos sin propuestas concretas de recomposición salarial integral para toda la planta permanente”.

Riesgo para la atención médica y denuncias por irregularidades

El conflicto no solo pone en jaque la formación médica y la calidad de vida de quienes sostienen la atención en uno de los hospitales pediátricos más importantes del país: también representa un riesgo para el sistema público de salud. Según advirtieron los residentes, el éxodo de profesionales hacia mejores condiciones laborales podría deteriorar aún más la atención en un hospital que depende de ellos para funcionar.

En paralelo, el ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, fue imputado por el fiscal Guillermo Marijuan tras una denuncia impulsada por Elisa Carrió y la diputada Marcela Campagnoli, por supuestas irregularidades en el manejo del Consejo Directivo del hospital. El trasfondo: una disputa sobre la autonomía del Garrahan para otorgar bonificaciones al personal, que podría haber derivado en la crisis actual.

La lucha sigue

«Seguimos creyendo en la salud pública. Y vamos a seguir luchando por ella», dijo una de las médicas durante la lectura de una carta abierta frente al Obelisco. Mientras tanto, velas, fotos de pacientes y el abrazo colectivo de quienes resisten pintaron la noche de un reclamo que interpela a toda la sociedad.