La restauración del techo del templo egipcio de Esna revela deslumbrantes colores y antiguos relieves astronómicos

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La reciente restauración del techo del templo egipcio de Esna ha sacado a la luz un impresionante despliegue de relieves a todo color, incluyendo signos zodiacales, representaciones de constelaciones y planetas, e inscripciones jeroglíficas que podrían ofrecer nuevas pistas sobre sus significados celestes.

El proyecto, supervisado por Christian Leitz, profesor de la Universidad de Tubinga, ha permitido revelar la vibrante policromía del techo del templo gracias a la protección proporcionada por las capas de hollín y suciedad acumuladas durante casi 2000 años. «Las capas de hollín y suciedad acumuladas durante casi 2000 años han hecho posible este extraordinario estado de conservación», explicó Leitz a la revista History.

Durante cinco años, un equipo de 30 personas trabajó en este proyecto conjunto del Ministerio egipcio de Turismo y Antigüedades, representado por Hisham El-Leithy, y la Universidad de Tubinga (Alemania). Los colores vibrantes que han emergido después de milenios incluyen un conjunto completo de signos zodiacales y una representación divina de la crecida anual del Nilo.

Las 24 majestuosas columnas que sostienen el techo del pronaos fueron decoradas por los faraones ptolemaicos, con adornos romanos añadidos en el siglo I d.C. Palmeras datileras, flores de loto, papiros y vides con racimos de uvas adornan estas columnas, reflejando la fertilidad del valle del Nilo.

Una serpiente bicéfala con un árbol creciendo de su cola es una de las fascinantes obras de arte de Esna.

El Zodiaco en la Cultura Egipcia

La limpieza del techo reveló obras de arte del siglo II d.C. escondidas bajo capas de suciedad. «Se utilizaron palillos de dientes para raspar la suciedad», explicó Leitz. Entre las imágenes descubiertas se encuentra un conjunto completo de 12 signos del zodiaco. Según Daniel von Recklinghausen, de la Universidad de Tubinga, el zodiaco se utilizaba habitualmente para decorar tumbas egipcias privadas, pero rara vez en templos.

Estos símbolos, similares a los de la astrología moderna, se originaron en Babilonia y datan de la época de los Ptolomeos. Además de los signos del zodiaco, también se encontraron representaciones de constelaciones y los planetas Marte, Júpiter y Saturno.

Las inscripciones jeroglíficas que acompañan a las imágenes son de particular interés para los estudiosos. El egiptólogo francés Serge Sauneron fue uno de los primeros en registrarlas e interpretarlas en las décadas de 1960 y 1970. La reciente restauración ha revelado unas 200 inscripciones adicionales ocultas por la suciedad y el hollín. Descifrar estas inscripciones ayudará a comprender mejor las imágenes y a identificar nuevas constelaciones egipcias.

Representación del Año Nuevo Egipcio

Un hallazgo significativo es una representación del día de Año Nuevo egipcio. La proximidad del templo de Esna al Nilo permite comprender el significado del relieve. El Año Nuevo egipcio se celebraba cuando la brillante estrella Sirio, invisible durante 70 días, reaparecía en los cielos orientales. Personificada en el relieve por la diosa Sothis, el regreso de la estrella coincidía con la crecida anual del Nilo.

Para celebrar este evento, los antiguos egipcios organizaban un festival llamado Wepet-Renpet, en el que festejaban y bebían. Cien días después, gracias a la diosa Anuket, también representada en los relieves recién descubiertos, las aguas del Nilo se retiraban finalmente.

Con la restauración de estos relieves y otros más, Esna se une al templo de Hathor en Dendera como uno de los templos con techos astronómicos mejor conservados de Egipto. Ahora que el techo ha sido restaurado, el equipo está limpiando las columnas y las paredes para devolver todo su esplendor policromático a uno de los grandes tesoros grecorromanos de Egipto.

El relieve de Año Nuevo del templo de Esna representa la crecida anual del Nilo.