La mención de las Islas Malvinas como «Falklands» en un comunicado oficial desató una fuerte polémica y reclamos desde excombatientes, la oposición e incluso dentro del propio Gobierno. La canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri, se lanzaron culpas mutuamente, tratando de identificar a un «culpable» que hasta el momento no tiene rostro. Mondino intentó defenderse afirmando, por un lado, que el comunicado no salió de Cancillería y, por otro, que ya están buscando al responsable para desvincularlo, asegurando que esa persona «fue guiada por ideología de izquierda».
Petri, mientras tanto, calificó de «malnacido» al supuesto responsable y afirmó que el término «Falklands» fue una manipulación posterior realizada por la Coordinación de Veteranos y Veteranas de la Guerra de Malvinas, dependiente de su cartera. Desde la oposición, algunos apuntaron que esto no fue un error, sino una «entrega de soberanía».
A pesar de que el Ministerio de Defensa se responsabilizó de lo ocurrido, en Cancillería señalan que el comunicado original fue redactado allí, y que luego se habría modificado antes de ser publicado. Petri indicó que el Coronel Jorge Zanella, jefe del área de Veteranos, pidió compartir la misma información que subió Cancillería, pero el texto sufrió cambios. Además, anunció que solicitaron un sumario interno para investigar las diferencias entre el contenido original y el publicado, y aplicar sanciones.
Este incidente no es el primero en generar cuestionamientos a Mondino y el gobierno de La Libertad Avanza por su postura respecto a las Malvinas. En campaña, Mondino mencionó que respetaría «los derechos de los isleños», y el propio presidente Milei elogió a Margaret Thatcher, algo que causó malestar en sectores que defienden el reclamo histórico de soberanía sobre las islas.
