Víctor Bugge es, sin dudas, uno de los testigos silenciosos más importantes de la historia reciente argentina. Nacido en Buenos Aires en 1951, comenzó a trabajar en la Casa Rosada en 1978, con apenas 27 años, durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla. Desde entonces, atravesó más de diez mandatos presidenciales —desde la dictadura militar hasta el actual gobierno de Javier Milei— y se convirtió en el fotógrafo oficial de la Presidencia de la Nación.
Su recorrido abarca a todos los presidentes democráticos desde el retorno de la democracia en 1983: Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá (quien estuvo solo una semana en el cargo), Eduardo Camaño, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei. También fotografió las fugaces presidencias de Ramón Puerta y Eduardo Camaño durante la crisis del 2001.
Bugge fue testigo de momentos clave del país: la asunción de Alfonsín, la reforma constitucional del ’94, el helicóptero de De la Rúa, el velorio de Néstor Kirchner en Casa Rosada, la despedida de Cristina, el traspaso de Macri en el Congreso y los últimos años marcados por la pandemia y la crisis política. En muchos de estos eventos, sus fotos fueron tapa de diarios, afiches de campaña o parte del archivo histórico nacional.

Entre sus imágenes más recordadas están:
- La jura de Alfonsín, en diciembre de 1983, símbolo del regreso democrático.
- Menem saludando desde el balcón de la Rosada durante los años noventa.
- De la Rúa en la Casa de Gobierno en la tarde del 19 de diciembre de 2001, en medio del caos social.
- Néstor Kirchner de espaldas, caminando solo por el Salón Blanco, una de las fotos más difundidas tras su muerte.
- Cristina Fernández con la banda presidencial en su segunda asunción.
- La foto oficial de Macri en el sillón de Rivadavia, sobria y minimalista.
- Imágenes inéditas de la gestión de Alberto Fernández durante la pandemia, que mostraban los pasillos vacíos y reuniones de emergencia.
A lo largo de su carrera, Bugge acumuló más de 1.500.000 fotografías que hoy integran el Archivo General de la Nación y constituyen un registro único del poder, la política y la intimidad del Estado argentino. En varias entrevistas, ha dicho que su rol es “ser invisible, pero estar siempre ahí”, y que cada presidente tiene “su luz, su ritmo y su forma de mostrarse”.





En 2023 anunció su retiro formal, pero volvió ocasionalmente en 2024 para registrar algunos actos del gobierno de Javier Milei, a pedido de la Secretaría General de la Presidencia. Aunque con perfil bajo, sigue siendo un referente indiscutido en el fotoperiodismo argentino.
Con más de 45 años retratando el corazón del poder, Víctor Bugge no solo documentó la historia: la encuadró con precisión, humanidad y respeto.