En Península Valdés, Chubut, se ha producido un hallazgo preocupante: 21 ballenas franca austral fueron encontradas muertas en las últimas semanas, elevando a 71 el número total de ejemplares fallecidos en lo que va del año. Esta situación ha generado alarma en esta área protegida, reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad.
Las autoridades atribuyen estas muertes a la posible ingesta de algas tóxicas por parte de los cetáceos, un fenómeno natural que puede suceder en diferentes regiones marítimas del mundo. Según informes preliminares, este tipo de eventos no presenta peligro para la salud humana.
Equipos de especialistas trabajan en el área para investigar las causas y el origen exacto de las toxinas presentes en las algas. Según las autoridades, este tipo de floraciones algales nocivas suelen ocurrir de forma cíclica y se han registrado casos similares en años anteriores.
Buscan esclarecer las causas de muerte en Península Valdés
Desde el Programa de Monitoreo informaron que se observó un aumento en la frecuencia de alimentación de las ballenas en el último mes, coincidiendo con el periodo en el que las madres permanecen junto a sus crías tras un largo ayuno. Para confirmar la causa de muerte, los científicos están realizando análisis de toxinas en diversos órganos de los animales afectados.
Además, el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral señaló que entre el 19 y el 29 de octubre se contabilizaron las muertes, posiblemente relacionadas con floraciones algales en el Golfo Nuevo.
Para las tareas de remoción y reubicación de los cuerpos, se han coordinado esfuerzos entre la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial, el Área Natural Protegida Península Valdés, y el municipio de Puerto Pirámides, contando también con el apoyo de la Red Fauna y los prestadores de avistaje de ballenas.
Uno de los objetivos es evitar que los restos de los cetáceos lleguen a playas turísticas, como ocurrió recientemente en la Playa de Las Cuevas.
