Paul McCartney revela las historias detrás de algunas de sus mejores canciones con los Beatles

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Desde huevos revueltos hasta un submarino amarillo, Paul McCartney ha compartido el detrás de escena de algunas de las composiciones más icónicas de su carrera con los Beatles, ofreciendo una mirada íntima a su proceso creativo.

Sobre «Love Me Do», McCartney explicó: “Era nuestro intento de hacer blues. Sin embargo, terminó sonando más ‘blanca’ porque no teníamos la capacidad de sonar como músicos negros”. Esta fue la primera incursión blusera del grupo.

Para «She Loves You», recordó: “Estábamos de gira con Roy Orbison y Gerry and the Pacemakers. Teníamos solo tres días para grabar, así que alquilamos una habitación en el hotel y compusimos rápido. Al principio no se nos ocurría nada, pero de repente apareció la idea. Fue pura suerte”.

En la misma línea de armonías cerradas, McCartney menciona «If I Fell» y otras canciones como «This Boy» y «Yes It Is», donde los Beatles experimentaron con un estilo vocal que recordaba a los grupos ingleses de la época.

Una de las anécdotas más curiosas es sobre «Yesterday». McCartney relata que la melodía le vino en un sueño. “Me desperté con esta melodía en la cabeza y no estaba seguro de si la había escuchado antes. Mientras tanto, para recordarla, le puse la letra temporal: ‘Huevos revueltos’. Eventualmente, la canción se convirtió en ‘Yesterday’”.

Con «Drive My Car», Paul recuerda que el tema inicial se titulaba “Golden Rings”, pero tras una pausa y una taza de té, la canción tomó una nueva dirección, transformándose en la historia de una chica que buscaba un chofer.

En cuanto a «I’m Looking Through You», admite que surgió de una relación sentimental, probablemente con Jane Asher. McCartney canalizó sus emociones en la canción como una forma de liberar sus sentimientos, sin guardar rencores.

«Paperback Writer» nació simplemente porque a Paul le gustaba la palabra «paperback». La letra se estructuró como si fuera una carta, sin basarse en ninguna historia o personaje real.

«Yellow Submarine» fue pensada para Ringo Starr, con una melodía simple y una historia que, según McCartney, comenzó siendo ligera pero que se fue tornando más oscura a medida que avanzaba.

«Hey Jude» tiene un origen conmovedor. McCartney la escribió pensando en Julian, el hijo de John Lennon, en medio de la separación de sus padres. Originalmente se llamaba “Hey Jools”, pero luego cambió el nombre por Jude, inspirado por un personaje de Oklahoma!.

Finalmente, «Let It Be» surgió de un sueño en el que Paul vio a su madre fallecida, quien le transmitió un mensaje de tranquilidad. Esa experiencia fue la inspiración detrás de una de las canciones más icónicas de los Beatles.

Estas revelaciones muestran cómo las experiencias personales y cotidianas de McCartney fueron transformadas en obras maestras que marcaron a generaciones.

Fuente: web, Rolling Stone