Resumen del año: Durante 2024, el dólar blue experimentó una volatilidad histórica en Argentina, reflejando la incertidumbre política y las constantes medidas económicas. Este mercado paralelo, al que muchos argentinos recurren para proteger sus ahorros de la inflación, osciló de manera impredecible, con saltos abruptos y caídas motivadas por intervenciones y cambios de rumbo del gobierno. En un año marcado por la transición política y económica, el dólar blue pasó de niveles relativamente bajos a valores récords, siendo un termómetro de la situación del país.
Primer trimestre: ajustes y expectativas de cambios
Durante el primer trimestre de 2024, el dólar blue osciló sin grandes sobresaltos, moviéndose en torno a los 400-500 pesos por dólar. El clima electoral aún reciente, y el cambio de autoridades a finales del año anterior, mantuvo a la economía en expectativa de nuevas medidas, aunque la situación permanecía contenida. Sin embargo, el valor del blue reflejaba la falta de confianza en la economía y las primeras señales de presión por demanda de dólares en el mercado paralelo.
Segundo trimestre: el impacto de las políticas libertarias
Con la implementación de políticas de corte liberal por parte del nuevo gobierno, que buscaba reducir el déficit y el tamaño del Estado, el dólar blue experimentó las primeras subidas fuertes. La eliminación de subsidios y un recorte en el gasto público causaron un aumento en la demanda de dólares, mientras el peso comenzaba a perder valor de forma acelerada. Estas políticas impactaron en el bolsillo de los ciudadanos, lo que se tradujo en un aumento en la compra de divisas como refugio.
El dólar blue llegó a un promedio de 600 pesos para finales del segundo trimestre, debido también a la eliminación de restricciones a las importaciones, lo que generó una mayor necesidad de divisas para el sector privado.
Tercer trimestre: elecciones y salto del dólar blue
En el tercer trimestre, con las elecciones presidenciales en puerta, el dólar blue experimentó un salto significativo. La incertidumbre electoral y el temor a una profundización de las políticas liberales impulsaron una nueva demanda de dólares, llevándolo a un pico de 800 pesos en agosto. Además, los anuncios de posibles privatizaciones y reformas estructurales reforzaron el deseo de los argentinos de proteger sus ahorros en divisas extranjeras.
Las intervenciones del Banco Central resultaron insuficientes para frenar la escalada. Los intentos de intervenir indirectamente en el mercado del dólar blue, a través de ventas de bonos y otros mecanismos financieros, apenas lograron una estabilidad temporaria, seguida de nuevos aumentos.
Cuarto trimestre: medidas de control y suba récord
Con la finalización del año, el gobierno tomó medidas adicionales para contener la suba del dólar, incluyendo incentivos para el ingreso de divisas de exportación y un nuevo «dólar agro», que buscaba estimular la liquidación de exportaciones del sector agrícola y ganadero. Si bien estos intentos generaron alivios temporarios, los efectos de las políticas estructurales y la expectativa de inflación impulsaron nuevamente al dólar blue a niveles récord de 1.000 pesos hacia finales de 2024.
A las tensiones preexistentes se sumaron rumores de nuevas restricciones para el mercado financiero y dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública, lo que empujó a muchos argentinos a refugiarse en el dólar blue. Así, el cierre del año reflejó un valor del dólar paralelo que triplicaba el promedio de inicios de 2024, en uno de los saltos más pronunciados de la historia reciente.
Perspectivas a futuro
El 2024 dejó claro que el dólar blue sigue siendo un termómetro clave de la economía argentina. A medida que el gobierno enfrenta el desafío de estabilizar el peso y contener la inflación, el valor del dólar paralelo será uno de los principales indicadores para medir la confianza en las políticas económicas. Las expectativas para 2025 están marcadas por la necesidad de reestructurar las deudas, reducir la inflación y recuperar la confianza en el peso, sin las cuales el dólar blue podría seguir mostrando una tendencia al alza.
Con una economía en crisis y en constante cambio, los argentinos miran el valor del dólar blue como una brújula de lo que viene, en un contexto que exige soluciones profundas para evitar otra escalada.