Italia ha decidido modificar los criterios para la obtención de la ciudadanía por vía administrativa, estableciendo que solo podrán acceder a este derecho quienes puedan demostrar un vínculo directo con un padre o abuelo italiano. La medida excluye a descendientes de bisabuelos y generaciones anteriores, un cambio drástico que ya está afectando a miles de solicitantes en todo el mundo.
La decisión fue tomada en el marco de una política más restrictiva impulsada por el gobierno italiano, que busca limitar la concesión de ciudadanía a personas con lazos más cercanos al país. Según fuentes oficiales, la modificación responde a la alta demanda de solicitudes, especialmente de ciudadanos de América Latina, donde existen grandes comunidades de descendientes de inmigrantes italianos. Según cifras oficiales, 30.000 argentinos obtuvieron la ciudadanía italiana en 2024.
Impacto y cancelación de turnos
Como consecuencia de esta nueva normativa, los consulados italianos han comenzado a cancelar turnos previamente otorgados a solicitantes que no cumplan con el nuevo criterio de elegibilidad. Muchos de ellos ya habían reunido la documentación y estaban en distintas etapas del proceso, generando malestar y confusión entre quienes esperaban acceder a la nacionalidad italiana.
El cambio aplica a todas las solicitudes de ciudadanía iure sanguinis (por derecho de sangre) en cualquier parte del mundo, lo que impacta a miles de personas en Argentina, Brasil, Uruguay y otros países con una importante descendencia italiana.
Repercusiones y próximos pasos
Distintas organizaciones de descendientes de italianos ya han manifestado su descontento, argumentando que la medida afecta a quienes, pese a tener un fuerte arraigo cultural e histórico con Italia, ahora quedarán excluidos de la posibilidad de obtener su nacionalidad.
Si bien aún no se ha publicado un decreto formal con todos los detalles de la medida, se espera que en los próximos días el gobierno italiano brinde más precisiones sobre el alcance de la restricción y las posibles vías de apelación para quienes ya tenían un expediente en curso.
