Fundación de la Unión Cívica Radical: Historia de un Partido Centenario

Política

El 26 de junio de 1891 marca una fecha clave en la historia política de Argentina: la fundación de la Unión Cívica Radical (UCR). Este acontecimiento se da en un contexto de profundos cambios y conflictos políticos que darían forma al panorama político del país por décadas.

Contexto Histórico: La Fragmentación de la Unión Cívica

A fines del siglo XIX, Argentina atravesaba un periodo de agitación política. La Unión Cívica, liderada inicialmente por figuras como Leandro N. Alem y Bartolomé Mitre, surgió en oposición a la presidencia de Miguel Juárez Celman. El movimiento de la Revolución del Parque en 1890, aunque fallido, desencadenó tensiones que fragmentarían la Unión Cívica en dos grupos. Mitre, junto a otros líderes conservadores, fundaría la Unión Cívica Nacional. En contraposición, Leandro Alem y sus seguidores darían origen a la Unión Cívica Radical el 26 de junio de 1891.

Los Fundamentos del Radicalismo: Democracia y Sufragio Libre

Desde su fundación, la UCR se diferenció por su compromiso con la democratización y el sufragio libre. Esta postura se consolidaría con la sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, que instauró el voto secreto y obligatorio, permitiendo la expresión auténtica del electorado argentino. Bajo el liderazgo de Hipólito Yrigoyen, la UCR accedería al poder en 1916, marcando un hito como el primer partido en llegar al gobierno a través de elecciones verdaderamente libres y democráticas.

Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear: Los Primeros Presidentes Radicales

Hipólito Yrigoyen, conocido como el «padre de los humildes», gobernó Argentina entre 1916 y 1922 y nuevamente entre 1928 y 1930. Su administración se caracterizó por políticas sociales y laborales progresistas, aunque también enfrentó oposición tanto interna como externa, que culminó en su derrocamiento en 1930. Su sucesor, Marcelo Torcuato de Alvear, continuó su legado entre 1922 y 1928, consolidando reformas y expandiendo la infraestructura del país.

El Radicalismo en la Segunda Mitad del Siglo XX: División y Golpes Militares

La historia del radicalismo no estuvo exenta de turbulencias. En la década de 1950, la UCR se dividió en la UCR del Pueblo (UCRP) y la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI). Arturo Frondizi, líder de la UCRI, ganó las elecciones en 1958 y promovió una política de desarrollo industrial y económico, aunque fue derrocado en 1962. Arturo Illia, de la UCRP, asumió la presidencia en 1963, implementando reformas sociales y económicas, pero también fue derrocado en 1966.

La Transición Democrática y Raúl Alfonsín

El regreso de la democracia en 1983 significó un renacimiento para la UCR bajo el liderazgo de Raúl Alfonsín. Su victoria en las elecciones de ese año, tras la dictadura militar, representó una esperanza de estabilidad y reconstrucción democrática. Durante su mandato (1983-1989), Alfonsín enfrentó desafíos económicos y políticos, pero su contribución a la consolidación de la democracia en Argentina es ampliamente reconocida.

El Radicalismo en el Siglo XXI: Fernando de la Rúa y Más Allá

Fernando de la Rúa, electo en 1999, fue el último presidente radical en ocupar la Casa Rosada hasta la fecha. Su administración se enfrentó a una profunda crisis económica y política, culminando en su renuncia en 2001. Desde entonces, la UCR ha mantenido una presencia significativa en la política argentina, participando en coaliciones y apoyando diversas candidaturas.

Legado y Vigencia de la UCR

La UCR, como el partido más antiguo en actividad en Argentina, sigue siendo una fuerza relevante en el espectro político del país. Su legado de lucha por la democracia y los derechos ciudadanos continúa influyendo en la política contemporánea. Desde su fundación, la UCR ha sido protagonista de los momentos más importantes de la historia argentina, demostrando su capacidad de adaptación y renovación a lo largo de más de un siglo.

La historia de la UCR refleja la evolución política de Argentina, con momentos de triunfo, crisis y renovación, siempre con la democracia como norte y la participación ciudadana como base de su acción política.