La reciente decisión de los padres de Faustino Oro, el prodigio mundial del ajedrez, ha sorprendido a muchos: renunciaron a sus trabajos y se mudaron a España para brindarle a su hijo la oportunidad de competir con los mejores del mundo en este deporte.
Alejandro Oro y Romina Simondi, ambos contadores con destacadas trayectorias ejecutivas en empresas líderes, se enfrentaron a una decisión crucial este año. Tras largas reflexiones, llegó el momento de dar un giro radical a sus vidas. Alejandro dejó su cargo de gerente en Laboratorios Bagó después de 12 años, mientras que Romina hizo lo propio en Tecpetrol, donde había cumplido casi 21 años de servicio en el grupo Techint. Con las maletas listas, el martes 5 de diciembre, la familia llegó a España, dejando atrás su cómoda vida en Buenos Aires. Pero esta historia de valentía y sacrificio tiene un motivo central: Faustino, su hijo de 10 años, cuyo prodigioso talento en el ajedrez los llevó a tomar esta audaz decisión.
Faustino, apodado cariñosamente «Fausti», es considerado un prodigio del ajedrez a nivel mundial. Con apenas 10 años, ya ha sorprendido a expertos y aficionados con su destreza en el tablero. Reconocido como el número uno del mundo en su categoría, Fausti posee una habilidad fuera de lo común y ha logrado una norma de maestro internacional a una edad inusualmente temprana.
La familia Oro tomó la decisión de trasladarse a España para que Fausti pudiera competir con los mejores jugadores y así potenciar su talento. En Argentina, la falta de competencia a su nivel limitaba su desarrollo, por lo que España, con su amplia oferta de torneos y la cercanía a otros países, se convirtió en la opción ideal.
El sacrificio económico y laboral de los padres refleja su compromiso con el futuro de Fausti. Aunque enfrentan incertidumbres financieras, están decididos a brindarle todas las oportunidades para que persiga su pasión por el ajedrez. Su mudanza a España significa una nueva etapa en la vida de Fausti, quien sueña con enfrentarse a los mejores jugadores del mundo, como el actual campeón Magnus Carlsen.
El joven prodigio ya ha dejado su huella en el escenario internacional del ajedrez. En su primer torneo en España, logró un destacado décimo puesto entre jugadores de renombre, demostrando su talento y determinación. Su próximo desafío será el Mundial de partidas rápidas y blitz en Uzbekistán, donde espera seguir impresionando con su habilidad en el tablero.
La historia de Faustino Oro es un ejemplo de dedicación, valentía y pasión por perseguir los sueños. Con tan solo 10 años, ha conquistado el mundo del ajedrez y continúa sorprendiendo a propios y extraños con su talento excepcional.