El lazo rosa que simboliza la lucha contra el cáncer de mama

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En Argentina, cada año se diagnostican 22.024 nuevos casos de cáncer de mama, representando el 16,8% del total de diagnósticos de cáncer. Un dato relevante es que el 75% de las mujeres que padecen esta enfermedad no tiene antecedentes familiares. Sin embargo, si se detecta a tiempo, el cáncer de mama tiene más del 90% de probabilidades de ser curado.

Hace más de tres décadas, la situación era muy diferente. La información sobre el cáncer de mama era limitada, no existía el lazo rosa, la investigación carecía de los fondos necesarios y las complejidades de esta enfermedad no eran plenamente comprendidas.

El lazo rosa, que simboliza la concientización y la lucha contra el cáncer de mama, apareció por primera vez en 1992. Fue creado por Evelyn H. Lauder, quien, tras ser diagnosticada con cáncer de mama, impulsó la campaña global que aún hoy sigue vigente. Este símbolo ha llegado a ser un emblema de esperanza y apoyo en todo el mundo.

Un año después, Lauder fundó la Breast Cancer Research Foundation® (BCRF), la organización sin fines de lucro mejor calificada de Estados Unidos en la lucha contra el cáncer de mama, dedicada a financiar investigaciones innovadoras.

Hoy, tres décadas después, la “Campaña contra el Cáncer de Mama” de The Estée Lauder Companies (ELC) se ha consolidado como el mayor programa de impacto social de la empresa. Sigue destinando recursos a la investigación, la educación y el acceso a servicios médicos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad.

A través de este programa, ELC apoya a más de 60 organizaciones en todo el mundo. En Argentina, por tercer año consecutivo, colabora con MACMA, una asociación civil que brinda apoyo a pacientes con cáncer de mama, ofreciendo mamografías gratuitas a mujeres sin cobertura médica. En 2021, ELC realizó 150 mamografías para mujeres mayores de 40 años del Barrio Padre Ricciardelli (ex Villa 1-11-14) en la Ciudad de Buenos Aires.

Este lazo rosa no solo representa un símbolo de concientización, sino también un camino de avances en la lucha contra el cáncer de mama, impulsando la investigación y el acceso a tratamientos para quienes más lo necesitan.