El giro de Milei hacia China: una alianza inevitable ante la falta de financiamiento occidental

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Argentina mantiene una relación estructuralmente fuerte con China, pero recientemente, el presidente Javier Milei ha dado un giro en su postura hacia el gigante asiático. A pesar de haber criticado públicamente a China en numerosas ocasiones, la falta de inversiones y financiamiento desde el «mundo democrático», como él lo denomina, ha llevado a un acercamiento entre la administración libertaria y Beijing.

A pesar de sus afirmaciones previas, como «no haría negocios con comunistas» o «no vendo mi moral», Milei ha suavizado su discurso. En noviembre, Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia, viajará a China para tratar temas de cooperación económica, como el swap de monedas y proyectos energéticos como las represas y el parque solar Cauchari. Además, el presidente confirmó que asistirá a la cumbre de la Celac en Beijing en enero de 2025.

Milei pasó de decir que «no negocia con comunistas» a confirmar su participación en la próxima cumbre de la Celac en Beijing..

Recientemente, en una entrevista con Susana Giménez, Milei elogió a China como un «socio comercial muy interesante» que no impone condiciones. Este comentario contrasta con su postura del año pasado, cuando se negaba a negociar con «comunistas» como China o Rusia.

Desde el comienzo de su mandato, Milei ha emitido señales ambiguas respecto a China. Inicialmente, su gobierno anunció la renuncia a ingresar al bloque BRICS, donde China tiene un rol clave. También hubo dudas sobre su posición respecto a Taiwán, un tema crítico para las relaciones con Beijing. Sin embargo, las necesidades económicas han forzado un cambio de rumbo. La renovación del swap de monedas en junio fue clave para estabilizar las cuentas del Banco Central, y fue un punto de inflexión en la relación con China.

La canciller Diana Mondino ya ha visitado China en abril, acompañada por altos funcionarios económicos. Las negociaciones resultaron en una prórroga para el pago de intereses del swap, lo que brindó un alivio financiero crucial para Argentina.

Milei ha reconocido públicamente la importancia de China en términos de tecnología, inversiones y comercio. Actualmente, unas 75 empresas chinas operan en Argentina, y se espera que este número crezca si se mantienen buenas relaciones políticas. Entre los proyectos más importantes, destacan las represas hidroeléctricas en el sur y la modernización del ferrocarril Belgrano Cargas, financiados por China, aunque muchos de estos están paralizados por falta de avances políticos.

China también es un actor clave en sectores estratégicos como el litio y la minería, con inversiones previstas en una posible fábrica automotriz en Córdoba. A nivel comercial, China es el segundo mayor socio de Argentina, solo por detrás de Brasil.

Este acercamiento refleja la necesidad de divisas que tiene Argentina, en un contexto donde el respaldo financiero de los países occidentales no ha llegado.