Hija de inmigrantes escoceses, dejó un legado imborrable en la historia de Argentina como la primera médica del país. Nacida en 1859, su vida estuvo marcada por una infancia entre Uruguay y Entre Ríos.
Fue en la Universidad de Buenos Aires donde escribió su nombre en los anales de la medicina argentina al graduarse el 2 de julio de 1889, convirtiéndose en la primera mujer en obtener el título en la Facultad de Ciencias Médicas.
Desde temprana edad, mostró una vocación por ayudar a los demás. Tras una dolorosa experiencia con la enfermedad y el fallecimiento de una amiga, Grierson encontró su llamado en la medicina.
Además de su destacada carrera médica, Grierson fue una incansable defensora de los derechos femeninos. Junto a otras mujeres prominentes de su época, como Alicia Moreau de Justo, Elvira Rawson, y Julieta Lanteri, luchó por la igualdad civil y política en los albores del siglo XX.
Su compromiso con la salud pública se reflejó en la fundación de la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino y la Asociación Médica Argentina. También estableció la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios y la Asociación Obstétrica Nacional de Parteras.
Grierson no solo ejerció la medicina, sino que también dedicó su vida a la enseñanza universitaria y al cuidado de los más necesitados. Fue pionera en la atención de personas con discapacidades sensoriales, siendo la única médica en sordomudos y ciegos.
Su legado trascendió las fronteras de la medicina. Fundó escuelas, escribió libros y contribuyó al desarrollo de la educación técnica para las mujeres. Su incansable labor la llevó incluso a representar a Argentina en diversos congresos internacionales.
Cecilia Grierson falleció el 10 de abril de 1934 en Buenos Aires, pero su legado perdura hasta nuestros días. Su nombre adorna instituciones educativas, calles y hasta el billete de dos mil pesos argentinos, donde comparte reconocimiento con el eminente médico Ramón Carrillo.
El reconocimiento a su valiosa contribución a la medicina y la sociedad argentina es un tributo merecido a una vida dedicada al servicio y la excelencia profesional.
