El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, expresó su preocupación por el impacto que tendrá el retiro de YPF en Santa Cruz, afectando tanto a los empleados petroleros como a los trabajadores de la construcción. En un comunicado emitido este martes, Grasso advirtió que no permanecerá en silencio ante una situación que considera crítica.
Según el intendente, la empresa estatal YPF ha decidido retirarse de los yacimientos maduros de la provincia, lo que llevará a la desvinculación de aproximadamente 2.500 trabajadores mediante planes de retiro «voluntario» y jubilaciones anticipadas. Grasso señaló que estas opciones imponen condiciones desfavorables, ya que los empleados que acepten la propuesta no podrán reincorporarse al sector petrolero por al menos cinco años, limitando sus oportunidades laborales futuras.
Además, Grasso recordó que el gobernador Claudio Vidal había asegurado que no habría reducción de equipos ni despidos en la industria, promesas que ahora contrastan con la realidad. Al mismo tiempo, el sector de la construcción también enfrenta una crisis debido a la paralización de obras clave, como las represas «Presidente Néstor Kirchner» y «Gobernador Jorge Cepernic», dejando sin empleo a miles de trabajadores de la UOCRA.
El intendente cuestionó la falta de medidas concretas para enfrentar la situación y criticó al Gobierno Provincial por no haber evitado el abandono de YPF. «Advertimos desde el principio que el modelo económico impulsado a nivel nacional por el presidente Javier Milei y replicado en la provincia perjudicaría a los sectores trabajadores», sostuvo.
Finalmente, Grasso hizo un llamado a la acción y exigió que se implementen soluciones urgentes para mitigar el impacto de la crisis. «No vamos a permitir que sean los trabajadores quienes carguen con el costo de estas decisiones. Exigimos medidas inmediatas para proteger a las familias santacruceñas», concluyó.
