Un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral en la región semiárida de la Patagonia, ha revelado que la exclusión del pastoreo de guanacos puede tener efectos positivos significativos en el ecosistema local.
La Patagonia semiárida, que representa el 25% del área de pastizales en Argentina, ha sufrido una degradación significativa debido al sobrepastoreo de ovejas, afectando aproximadamente un tercio de su superficie. Aunque en el siglo actual las poblaciones de ovejas se han estabilizado, las poblaciones de guanacos han crecido, generando un debate sobre su impacto en la vegetación, que hasta ahora era poco comprendido.
En 2016, se estableció un experimento de exclusión en Monte León y Cañadón Vaca, un pastizal arbustivo semiárido del sur de la Patagonia que actualmente es pastoreado solo por guanacos. Se estudiaron 12 parcelas de vegetación, de las cuales la mitad fueron protegidas del pastoreo de guanacos, mientras que 36 parcelas adicionales fueron despejadas para estudiar la revegetación.
Los resultados, evaluados en 2021, mostraron que en las parcelas protegidas, la cobertura de vegetación aumentó, disminuyendo la cantidad de suelo desnudo, y los parches de vegetación crecieron en tamaño. La biodiversidad también se incrementó significativamente, al igual que los índices de función del suelo relacionados con la estabilidad y la infiltración, aunque estos últimos sin diferencias significativas. En contraste, en las parcelas donde continuó el pastoreo de guanacos, la vegetación también aumentó, principalmente debido al crecimiento de arbustos enanos, una tendencia típica en la región inducida por el pastoreo de ovejas.
Además, se observó que los guanacos fragmentan los parches vegetales, resultando en parches más pequeños y estructuras más densas, mientras que los índices de diversidad y función del suelo permanecieron sin cambios. Por otro lado, las parcelas despejadas sin presencia de guanacos mostraron un mayor crecimiento en la densidad de cobertura y el tamaño individual de las plantas jóvenes.
Estos hallazgos sugieren que el pastoreo de guanacos podría estar contribuyendo a los procesos de degradación del suelo que han afectado a la Patagonia durante más de un siglo, similar a lo que ocurre con el sobrepastoreo de ovejas.
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