Hoy recordamos a Luca Prodan, el icónico músico y cantante, quien habría cumplido 71 años. Conocido por liderar la influyente banda de rock «Sumo», Prodan dejó una marca indeleble en la escena musical argentina y latinoamericana.
Luca Prodan nació el 17 de mayo de 1953 en Roma, Italia, y creció en Inglaterra. En 1981, se trasladó a Argentina, donde revolucionó la música local. Proveniente de una familia artística, su madre, Giacinta Prodan, fue una destacada actriz del cine neorrealista italiano. Desde joven, Luca mostró un notable talento musical, dominando el piano, la guitarra y componiendo sus propias canciones.
El día que Luca Prodan le pegó una trompada al Rey Carlos III de Inglaterra
Antes de llegar a la Argentina, Luca Prodan asistió a la Gordonstoun School en Escocia durante su educación secundaria. Esta escuela es reconocida como una de las más prestigiosas de Europa, frecuentada por hijos de familias aristocráticas.
En esta institución también estudiaba el actual Rey Carlos III de Inglaterra. Prodan, cuatro años menor que el entonces heredero al trono, llegó a golpearlo en un baño del colegio, cansado de la discriminación que él y su amigo argentino Timmy McKern sufrían por no ser ingleses.
Durante su tiempo en Gordonstoun, Prodan sobresalió en arte, música e historia. Formó parte del coro y aprendió a tocar varios instrumentos, entre ellos la guitarra y la trompeta. Sin embargo, a pocos meses de graduarse, decidió escapar del colegio y se dirigió a Londres.
Después de un periodo en la capital británica, regresó a Roma. Mientras sus padres lo buscaban a través de INTERPOL, Luca sobrevivía casi como un indigente, trabajando en un mercado y durmiendo en plazas. En esta época, su adicción a las drogas y el alcohol comenzaba a afectar gravemente su vida.
Lo más positivo de esta etapa fue su contacto con la música. Asistió a numerosos festivales y conciertos de rock, donde conoció a bandas como Pink Floyd, Lou Reed, The Rolling Stones, Bob Marley, David Bowie, Sex Pistols, Genesis y The Clash. También trabajó para Virgin Records en el archivo, pero fue despedido por robar discos.
Finalmente, tras ser localizado por su familia y completar sus estudios en una escuela italiana, Luca decidió mudarse a la Argentina a finales de los años ’70 para recuperarse de su adicción a la heroína y reencontrarse con su amigo Timmy.
En una entrevista con un programa de TV, a Luca le preguntaron si le molestaba o estaba conforme con su «imagen de reventado». Ofendido por la pregunta, el líder de Sumo contraatacó: «¿Qué reventado? Yo fui al mejor colegio de Europa. Fui al colegio con el príncipe Carlos de Inglaterra. Hablo castellano, francés, inglés… ¿Vos cuánto hablás? Yo hablo cuatro idiomas. ¿Y yo soy reventado?».
Ya en Argentina
En Argentina, Prodan formó Sumo junto a músicos locales, creando un sonido único que mezclaba rock, reggae, punk y otros géneros. La banda tuvo un impacto profundo en la música de la región, con letras provocadoras que resonaron con la juventud. Entre sus álbumes más exitosos se encuentran “Divididos por la felicidad” (1985) y “After Chabón” (1987). La carismática y excéntrica personalidad de Prodan, junto con su voz profunda y estilo de vida bohemio, lo convirtieron en un ícono de la contracultura.
El 22 de diciembre de 1987 el artista fue encontrado muerto. Y son tantas las teorías como las anécdotas de sus amigos y allegados. Gente que pasaba por ahí, que paraba a tomar una ginebra. Almas en pena que deambulaban por la casa de Alsina 451 en el barrio de San Telmo, donde se orinaba en los rincones y se dormía donde pintaba. La marginalidad al palo elegida por este italiano de buena familia que supo codearse con la realeza europea y con lo más profundo del underground porteño.
A pesar de su éxito, la vida de Luca Prodan estuvo marcada por luchas personales, incluyendo su adicción a las drogas y al alcohol, lo cual afectó su salud y estabilidad profesional. Dicen que Luca tomaba alcohol para tranquilizarse porque el ácido le había destrozado los nervios. Y para apagar la irrefrenable adicción a la heroína. En el fondo, también buscaba el (equivocado) consuelo que mitigara el dolor por la muerte de su hermana Claudia (se suicidó inhalando gas después de inyectarse heroína), y por la frialdad de su padre al haberlo enviado a ese internado en el que fue tan infeliz, pese a que allí conociera a Timmy, quien se convertiría en la pieza fundamental para su desembarco en la Argentina.
El día de su muerte
Ricardo Mollo brindó un fuerte testimonio sobre el día que murió Luca Prodan y él fue una de las personas que ingresó a la vivienda de San Telmo y encontró el cuerpo sin vida del cantante.
“Creo que fue una de las cosas más dolorosas que me pasaron. No pude decirle al cuerpo ‘quedate tranquilo’”, mencionó Mollo con su voz entrecortada. “Llegamos a la casa y yo lo levanté, estaba la mitad del cuerpo en el colchón y la otra mitad en el suelo. Dormía en el piso, en un colchón. Entonces, lo levanté, ya frío, el cuerpo duro, lo acomodé arriba del colchón”.
Ricardo Mollo contó que llegaron incluso antes que la policía al lugar y explicó: “Y estaba tan frío que le apoyé mis manos en el pecho para calentarlo. Fue muy fuerte, muy fuerte. Lo que había quedado de él porque ese tipo ya no estaba ahí, no estaba”.
Y reveló qué lo hacía acordar a Luca tras esa dolorosa experiencia: “Sentía el olor a jazmines, que era el olor que había en la habitación. Cuando me iba a un campo y caminaba solo por ahí, de pronto venía ese pensamiento y sentía el olor a jazmines”.
Aunque su carrera fue breve, el impacto de Luca Prodan sigue resonando a través de la música de Sumo, que continúa siendo escuchada y apreciada por nuevas generaciones. Su enfoque innovador, letras provocativas y carisma indudable lo consolidan como un ícono indiscutible de la música argentina y un referente eterno en la escena del rock.