El 14 de mayo de 1905 nace en la ciudad de Rosario uno de los pilares fundamentales del arte argentino del siglo XX, Antonio Berni: pintor, grabador, dibujante y muralista. Reconocido por su profundo compromiso social, Berni no solo dejó una marca indeleble en la historia del arte, sino que también se convirtió en un referente internacional gracias a su estilo único y su temática profundamente comprometida con las realidades más urgentes de su tiempo.
Desde temprana edad, Berni mostró una sensibilidad excepcional hacia las injusticias sociales y económicas que marcaban la vida en Argentina. Su obra se convirtió en un testimonio conmovedor de las condiciones de pobreza y marginalidad que enfrentaban muchos de sus compatriotas.
Después de su primera formación artística en su ciudad natal, aprovechó una serie de becas para continuar su aprendizaje en Europa. Regresó a la Argentina en la década de 1930, época en que descubrió y fue influenciado por el surrealismo y el muralismo mexicano.
Luego, su interés por la realidad del país le hizo replantear su rumbo en la pintura: se alejó de la dimensión fantástica y se acercó a una pintura más realista, vinculada a una defensa de las clases sociales más desposeídas. Junto con Juan Carlos Castagnino, Enrique Policastro y Carlos Giambaggi fundó el Nuevo Realismo, y colaboró con David Alfaro Siqueiros, el gran muralista mexicano, en un mural en la casa de Natalio Botana.
Berni experimentó con diferentes técnicas, soportes, materiales, creó los xilo-collages-relieves. Es tan potente el influjo de Berni que hasta es posible entender el origen del arte contemporáneo local a través de Juanito Laguna y Ramona Montiel. A través de estos personajes, Berni no solo retrataba la realidad social, sino que también buscaba despertar la conciencia colectiva y promover el cambio.
Sus obras abrevaron en todos los estilos artísticos, a lo largo de toda su vida, y en todos fue reconocido por su excelencia y singularidad.
Su legado trasciende fronteras, siendo reconocido internacionalmente por su maestría técnica y su compromiso con las causas sociales. Berni falleció en Buenos Aires en 1981, dejando un vacío imposible de llenar en el mundo del arte argentino, pero también un legado que continúa inspirando a generaciones de artistas y activistas comprometidos con la justicia y la igualdad.
«Después de los años cincuenta, la expresividad de Berni se libera del ideal armónico, pierde rigor formal y adquiere vitalidad en composiciones de pinceladas rápidas y vibrantes (…)[;] alrededor de los años sesenta (…) [se] acerca a las innovaciones del informalismo y a los artistas del pop art del Instituto Di Tella. Renueva el grabado con la incorporación del collage en las inolvidables series de «Juanito Laguna» y «Ramona Montiel», y en 1962 gana el Primer Premio de Grabado en la Bienal de Venecia”», comenta la especialista Gabriela Metz.
Un video para compartir con los más pequeños de la casa:
La historia de Juanito Laguna, en una producción implecable del MALBA.