Mañana comienza en la Cámara de Diputados el debate sobre la nueva versión de la ley de Bases y Puntos de Partida, resultado de extensas negociaciones con los bloques dialoguistas tras el fracaso inicial. También se abordará el paquete fiscal, que incluye impuestos a las Ganancias y un plan de blanqueo.
El inicio está programado para el mediodía, a menos de un mes desde la convocatoria del Pacto del 25 de Mayo, promovida por el presidente Javier Milei.
El consenso dentro del oficialismo se alcanzó recién el miércoles pasado, tras largas negociaciones entre la Casa Rosada y el Congreso. Esto permitió la elaboración de un dictamen de mayoría en el plenario de comisiones el jueves, preparando así el proyecto para su discusión en el recinto.
La sesión se espera que se prolongue hasta el martes e incluso hasta la madrugada del miércoles. Aunque Libertad Avanza (LLA) intentó incluir diversas reformas, la versión final solo logró satisfacer al oficialismo y al PRO, con un respaldo mínimo garantizado de 135 votos, con la posibilidad de llegar a 140 votos si se definen algunos indecisos.
Entre los apoyos se cuentan los de varios partidos, pero la votación particular podría ser más disputada, ya que algunos artículos aún son controvertidos y podrían caerse si el oficialismo no logra ajustar los detalles. A pesar de su reticencia hacia la política, el Gobierno deberá maniobrar con habilidad para asegurar cada voto.
Los diputados dialoguistas reconocen una mejor disposición del oficialismo para negociar, destacando la escucha de funcionarios clave como José Rolandi, Carlos Guberman y María Ibarzabal.
La votación se llevará a cabo por capítulos, según se ha consensuado. Sin embargo, los legisladores patagónicos han adelantado a Francos, que la reversión de la cuarta categoría de Ganancias no contará con su apoyo. Entre los que votarán en contra se encuentran Jorge Ávila de Chubut, Agustín Domingo de Río Negro, y Sergio Acevedo y José Garrido de Santa Cruz.
La ley de Bases requirió sacrificios por parte del Gobierno para obtener consenso. Se eliminaron artículos sobre desregulación económica y defensa de la competencia, se redujeron las declaraciones de emergencia y se limitó la lista de empresas sujetas a privatización. Aun así, el proyecto conserva 240 artículos y 162 páginas.
La reforma laboral sigue siendo un punto de conflicto. Se incluyó una versión comprimida en el dictamen, pero la UCR y la Coalición Cívica intentarán introducir cambios en el recinto. Además, hay incertidumbre sobre la reversión de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y el régimen de incentivos a las grandes inversiones.
Los diputados dialoguistas enfrentan un dilema entre apoyar al Gobierno y objetar ciertos aspectos del proyecto, conscientes de que su veto podría provocar la retirada del proyecto por parte del presidente Milei.