Este martes, la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se sumió en la oscuridad, víctima de un corte de luz que abarcó todas sus áreas comunes. Este apagón, resultado de una factura millonaria impaga, se produce en medio de la crisis presupuestaria que enfrenta la institución debido a las medidas de ajuste del gobierno de Milei.
El recorte de gastos se ha vuelto imperativo, llevando a decisiones drásticas como la limitación del uso de ascensores a personas con movilidad reducida en un edificio de 17 pisos. La imposibilidad de abonar la factura de luz debido al impacto del ajuste presupuestario impuesto por el gobierno de Javier Milei ha llevado a esta situación extrema.
Este apagón se enmarca dentro de una serie de medidas adoptadas tras una resolución del Consejo Superior de la UBA, que busca enfrentar la emergencia presupuestaria. Ante esta situación, la comunidad educativa ha convocado a un «Abrazo solidario al Hospital de Clínicas» para mostrar su apoyo, y se prepara para una Marcha Nacional Universitaria en defensa del sistema universitario público.
El gobierno, por su parte, ha descartado la asignación de nuevas partidas para solventar los aumentos de servicios, generando incertidumbre sobre el futuro de las universidades públicas. En respuesta a la crisis, la Facultad de Medicina ha anunciado medidas de austeridad, incluyendo el apagado de iluminación en áreas comunes durante el día, la restricción en el uso de aires acondicionados y ascensores, así como la limitación en becas y actividades de extensión.
La falta de actualización en el presupuesto asignado a las universidades nacionales ha generado preocupación en toda la comunidad universitaria, que ve peligrar la continuidad de la educación pública, gratuita y de calidad. Frente a esta situación crítica, se ha convocado a una gran marcha universitaria en defensa del sistema universitario público argentino.
La Facultad de Medicina y otras instituciones educativas continúan movilizándose y buscando formas de resistir ante la falta de respuesta del gobierno ante esta crisis que amenaza con cerrar puertas a la educación y la salud pública en Argentina.
Fuente: Página 12