El 9 de septiembre, la familia Maciel-Portillo creció con la llegada de su séptimo hijo, Noah, quien pesó 2,840 kg y midió 47 centímetros al nacer. Debido a una tradición y la legislación vigente, el séptimo hijo varón tiene derecho a ser apadrinado por el presidente de la Nación en ejercicio, lo que convierte a Javier Milei en el posible padrino de Noah.
Mirta Portillo, madre de Noah, “Él tenía fecha para nacer en octubre, pero se adelantó”. Luego de iniciar contracciones por la mañana, el pequeño Noah nació a las 15:02 en el hospital local.
Noah es el menor de siete hermanos, entre ellos Adam, de 18 años; Iván, de 16; Thiago, que cumple 11 años este fin de semana; Aaron, de 10 años; Ezel, de 8, y David, de 2. Según la ley 20.843, el séptimo hijo varón o la séptima hija mujer tiene derecho a ser apadrinado o amadrinado por el presidente de la Nación, una tradición que ha dado lugar a más de 11 mil ahijados presidenciales en el país.
Además del título de ahijado presidencial, la ley otorga una medalla, un diploma, y una beca educativa. “Me tenían dando vueltas con eso de que si era el séptimo, el padrino tenía que ser el presidente”, comentó Portillo con una sonrisa. Ahora, la familia espera ver si Milei asumirá su rol de padrino.
La atención médica fue destacada por la familia. Portillo agradeció al personal de salud y mencionó especialmente a la enfermera Claudia Inga. “Me tocaron profesionales muy buenos en el parto, y también tuve la suerte de estar acompañada por una hermana de la iglesia”, expresó emocionada.
Por su parte, el padre, Sebastián Maciel, confesó que esperaban una niña, pero aceptaron con alegría la llegada de Noah. Ambos padres destacaron el excelente trato recibido en el hospital, especialmente por parte de las enfermeras. Mientras tanto, los familiares que no viven en la capital están conociendo al nuevo integrante de la familia a través de fotos y “están encantados”.
Fuente: La Opinión Austral